Qué hacer en Brujas

Chocolates, wafles y papas fritas, nuestro finde en brujas!

Acá les cuento mi experiencia por la hermosa ciudad de Brujas!

Como Francia está muy cerca de Bélgica, teníamos un par de días libres, así que alquilamos un auto nos fuimos a pasear!

El viaje en auto dura entre 2h30, 3 hs. Nosotros lo hicimos en 4 horas ya que frenamos a comprar café, golosinas y parada técnica para el baño.

Llegamos por la tarde/noche, y fuimos a buscar nuestro Hotel. EL HOTEEEL lo amé. Parecía que estaba en el Petit Trianon de María Antonieta. Es hermoso!! Se llama Grand Hotel Normandy y tenía de todo. Desayuno con champagne (ideal para Ivo), piscina interna, bañera, batas.

Luego de instalarnos en el hotel (nos dieron chocolates de bienvenida!), nos dirigimos a la «Plaza del Mercado”, actualmente es uno de los lugares más populares de Brujas para cenar y recorrer. Vimos el campanario por la noche, y hasta pudimos escuchar “Hey Jude” de Los Beatles al ritmo de las campanas. Seguramente el cura de ese lugar es fanático de estos ingleses y quería demostrarlo de alguna manera!!!

Buscamos un lugar para cenar y todo parecía rico! Los platos o menús completos rondaban entre los 25€, 30€ sin bebida. Mi recomendación, busquen un lugar para cenar entre las7 pm y 8 pm, luego la cocina de los lugares cierran y vas terminar yendo a un restaurante turístico, con precios inflados. Obviamente Ivo se pidió una cerveza (obligatorio en Bélgica!) y yo una copa de vino rosado.

Nos pedimos “moules” (mejillones a la crema) y el típico plato belga, el “estofado”. Todo espectacular y ya con la panza llena nos fuimos a caminar un poquito por la ciudad y luego regresamos al hotel.

Al otro día nos despertamos bien temprano y nos fuimos para el centro, directamente a la Plaza Burg, donde vimos la Basílica de la Sagrada Sangre (se la llama así porque en esa iglesia hay 3 gotas de la sangre de cristo). No llegué a entrar porque ese día fue al palacio de Justicia (queda justo al lado de la Basílica) la reina de Bélgica, así que estaba todo cerrado. En el mismo lugar también vimos el ayuntamiento. 

Nos fuimos a pasear por los canales e hicimos un recorrido en barco. Unos paisajes hermosos, pero sí deben saber que la mayoría de los tours en barco están en ingles, así que si no entienden mucho quizás es mejor hacer un tour a pie en español o hacerlo igual y desconectar auriculares, musica y disfrutar de las vistas. Los paseos en barco están alrededor de 12€ a 15€.

Cuando terminamos el paseo, nos fuimos a una tienda de antigüedades (soy fana de estos lugares) y me compré algunas cosillas para mi casa y souvenirs para regalar.

Después fuimos por un café a probar los famosos wafles belgas. Elegimos 2 combos, uno de wafle con chocolate caliente y otro de wafle con café americano. Van a ver que tienen una amplia oferta de cafes y wafles en Brujas, pero les paso el dato del lugar que fuimos nosotros (tiene un patio hermoso) Bruges Bistro Sugarhouse.

Los wafles están buenos.. muy pesados para mi gusto (wafle, chocolate, helado), pero para probarlo o comerlo de vez en cuando, está perfecto! 

Luego de nuestra merienda, seguimos camino hasta la Catedral de San Salvador. Esta iglesia es la más antigua de la ciudad. Cuenta con un campanario hermoso, y un órgano increíble del siglo XVII.

Volvimos para el centro de la ciudad y caminamos hasta «begijnhof», un conjunto de casas rodeadas por bosques, mucho verde y praderas.

Es una beatería antigua, del siglo XIII. En esa época, la Condesa de Flandes mandó a realizar la construcción de casas para hospedar a las beguinas, las famosas viudas y huérfanas de los cruzados. Lo que destacaba era que no pertenecían a ningún tipo de órden religiosa, y no tenían custodia masculina. Por otro lado, si querían abandonar la hermandad, podían hacerlo sin ningún tipo de excusas.

En fin, hoy en día han quedado las casas  y el paisaje, y es alucinante. Recomiendo que pasen, admiren esta zona y se relajen un rato en el parque de Begijnhof.

Terminamos nuestro recorrido del día 2 en el Museo Memling, donde durante casi 800 años estuvo en funcionamiento el Hospital San Juan. 

No entramos en este viaje, pero sabemos que cuenta con salas medievales, capillas, instrumentos médicos que se utilizaron, una farmacia y muchas obras de arte. Por lo que nos han contado, la gente que llegaba ahí era para morir en paz. Muchos que no tenían dinero y tenían tuberculosis, los mandaban a pasar sus últimos días en este edificio frente al canal.

Por la noche nos fuimos a probar el famoso restaurante de Jazz «Bistro Zwart Huis». El lugar está muy bien, en la planta de abajo se puede escuchar jazz en vivo y los platos rondan entre 30€ y 50€. Acá pedimos un plato de pato y canguro (si, canguro!). Pagamos con vino alrededor de 50€ cada uno y definitivamente volveríamos a ir!.

Al siguiente día nos despertamos temprano y fuimos a ver lo que nos faltaba de Brujas, realizando un tour a pie desde la plaza central. Ahí nos hicimos amigos de un grupo de latinos y decidimos hacer las «compras de último momento» juntos! jajja, como ya nos teníamos que ir fuimos por chocolates, souvenirs y nos llevamos papas fritas para el viaje.

Fueron 3 días increibles!! No solamente conocimos la cultura, la historia y la arquitectura de esta ciudad, sino que nos llevamos excelentes recuerdos (y riquísimos chocolates!!). Así que si tienen la posibilidad, sugiero que vengan por 2 o 3 días a recorrerla, que vale la pena!! 

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