La ruta de Cortázar en París

Un 26 de agosto de 1914 nace Julio Cortázar. Porque cuando nada tiene sentido, todo tiene sentido. Y Julio Cortázar es ese momento en el cual lo lógico se rompe y lo inesperado nos libera. Nos muestra otro camino. Nos enseña otra posibilidad.

Un poco de luz entre tanta guerra, Cortázar hereda este tiempo de desencantos y lo maneja con magistral lucidez. Escribirá cuentos, novelas, relatos y será conocido por su “realismo mágico”. Es un hombre de incertidumbres. No de la incertidumbre que angustia, sino de la que desestructura. De la que vuelve imprevisible el mundo. De la que nos obliga a pensar en otras formas posibles.

Julio Cortázar con su pipa y los cronopios en la pared.

Casa Tomada, Cirse y Carta a una señorita en París, condensan el espíritu con el que Julio pervierte el realismo, escondiendo en el fuera de campo narrativo, las causas de la perversión. Esa perturbación es el lugar en el cual el escritor más se divierte, en aquel espacio al que se alude pero que nunca se conoce. Interviene la cotidianeidad sin formar parte de ella.

Juega Rayuela saltando de un capítulo a otro mientras que advierte al mundo su normalización: la vida, normalizada, automática, desprendida, expone sus mecanismos y procedimientos en Cronopios. Estos recetarios nos enseñan desde cómo subir una escalera hasta cómo llorar, poniendo en evidencia nuestra falta de espontaneidad y la disciplina con la que nuestro cuerpo físico y mental se desenvuelve en el mundo. Sin cuestionamientos no hay libertad posible, y este escritor, portador del espíritu del mayo francés, lo entiende por sobre todas las cosas. 

Amante de la noche, el jazz y los gatos, con una claridad asombrosa para leer la época de la que es parte, lucha en cada línea contra el deber ser que atraviesa la sociedad moderna de la posguerra. 

Allí estuvo, está y seguirá viviendo Cortázar. En la oscuridad de los clubes de jazz parisinos. Ahí donde se agrieta el sentido común, donde lo obvio se dobla, lo extraño es humano y la magia posible.

En este vivo de Loca Suelta en París, recorremos la ruta de Julio Cortázar en París y pasamos por el frente del hogar en el cual pasó sus últimos años. Disfrutalo como lo hicimos nosotros y toda nuestra comunidad!

1 comentario en “La ruta de Cortázar en París”

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